Con mucha suavidad ha recibido el mercado las cuentas de cierre del año fiscal para Microsoft que se mueve con mejora de recomendaciones y tras superar por primera vez los 60.000 millones en ganancias anuales. Un buen aliciente, que, tras marcar un récord de precio, se ha desinflado. Sin embargo, los analistas por que el valor seguirá creciendo en Wall Street.
Microsoft y los inversores ya han hecho la digestión de unas buenas cuentas para la compañía que fundaran Bill Gates y Paul Allen. Se trata además del cierre de su año fiscal en el que por primera vez en la historia de la compañía se alcanzaban beneficios de 61.270 millones de dólares y ventas de 168.090, rompiendo los máximos de su año fiscal anterior.
Las razones, que los beneficios batieron al mercado gracias al teletrabajo, como lo oyen: las opciones de software y computación en la nube crecieron exponencialmente debido al covid-19 y, además, se espera que esta opción sea una vía de crecimiento consolidado en el futuro, con una previsión de mayor gasto de particulares y empresas en tecnologías de la información, cada vez más avanzadas.
En concreto, en su trimestre fiscal, el cuarto, se produjo el lanzamiento de la nueva Xbox y una nueva versión de Windows. Pero más allá de su negocio tradicional, la Intelligent Cloud que une su nube Azure con ventas de servidores y equipos, alcanzó ventas de 17.380 millones de dólares, frente a los 13.370 de hace un año y, sobre todo, superando las expectativas de los expertos, aunque Microsoft no desglosa las cifras, más allá de la general en la nube.
Sin embargo, en su gráfica de cotización vemos que el anuncio de los resultados ha sido de ida y vuelta: llegada a máximos para después volver a caer. En sus últimas 5 sesiones el valor recorta un 1,44%, para ganar apenas un 2,6% en el mes. En el trimestre el avance es del 13% y del 19% en el semestre precedente. En lo que va de año, el valor avanza por encima del 28%.