La criptomoneda más popular y utilizada del mundo se ha venido abajo en la última semana ante el incremento de las malas noticias en el mercado. Si comenzaba el pasado lunes con los problemas de Evergrande lo cerraba con la denominación de china de ilegales de las divisas digitales tras prohibir su negociación.
Bitcoin está viviendo unos últimos días francamente negativos. Y lo peor es que no se trata de noticias cerradas, sino de las que tendrán recorrido en los próximos tiempos. De hecho, la pérdida semanal que supera el 13% para un activo que nunca para de cotiza, que nunca duerme, es una muy mala noticia.
La primera marcaba el ritmo de la semana: el miedo general de los mercados a la caída de Evergrande el macrogigante inmobiliario de deuda descomunal que puede servir a China para interferir más en sus multinacionales. Una compañía con muchas aristas y filiales en sectores diversos que ha puesto en jaque a la economía internacional, en este su primer capítulo. Las criptomonedas no han sido ajenas y menos si cabe la más grande Bitcoin que recibió, al cierre de hace una semana un varapalo del 9,25% en su cotización, seguido de un 5% en la jornada siguiente.
Y es que, por mucho que Bitcoin, al igual que el resto de las criptodivisas se quiera separar del habitual mundo inversor, esa pátina de legitimidad en el mundo financiero significa que el efecto dominó afecta a todos: los inversores ponen su dinero en todo tipo de activos, y sin se ven afectados globalmente, también lo harán las monedas digitales, con o sin control centralizado.
La segunda venía también de China y era el tercer, y definitivo intento de quebrar el mercado de las criptomonedas en el país. El Banco Central chino ilegalizaba toda actividad relacionada con las criptomonedas. Es la tercera vez en el año que entronca en negativo con las divisas digitales acabando con toda actividad relacionada con emisión de tokens y derivados, negociación y custodia de éstas. Incluso para los servicios de compañías extranjeras que operan allí.